Encrucijada...

... Y la vida se comenzó a hacer triste, había arcoiris, pero las nubes grises seguían ahí, eran buenas las felicidades que de repente a mi corazón llegaban pero esa nube jamás se iba, a veces parecía que ni se decoloraba. Siempre había un buen recibimiento, siempre había calidez y ternura, pero en ocasiones era como reanimar a un moribundo, existia la amistad pero... ¿y el amor?, ese donde quedó... lo guardamos en la alacena, en el closet... o en la nevera.

Es triste arreglarte para alguien a parte de uno mismo, y ver la cara inexpresiva, pues llega en el momento en que el reflejo nos basta y pensamos solo en uno, y cuando menos lo esperamos ya nos es difícil volver a pensar en dos sin nostalgía... parece casi imposible que alguien que nos regalo tantas sonrisas nos haga derramar una lagrima, deja huella y es amarga...