miércoles, 2 de abril de 2008

Hay que hablar...


Al despertar tuve un raro presentimiento, supe que hoy algo no estaría bien, no estabas junto a mi en la cama, la cocina no olía a café y el espejo del baño no estaba empañado por el vapor... y tu perfume era imperceptible en el ambiente, todas esas señales me alarmaron, y casi podía sentir que tampoco besaste mi frente como solias hacerlo cuando tenías que salir de casa más temprano que yo.
Comencé a preocuparme, las manos me temblaban y como pude puse la cafetera y al ir hacía el refrigerador para servirme jugo vi una nota sujeta con un imán...

Debí tomarte mas en serio cada vez que clavando tus ojos de miel en los mios me decías necesito hablar...

1 comentario:

Indio Cacama dijo...

Lo curioso es que para hablar hay que callar.
A veces nuestr@ compeñar@ no se anima a hablar porque no nos callamos.