sábado, 26 de abril de 2008

Ojos de Miel



A veces es difícil volver, dicen que a los lugares donde se ha sido feliz no es bueno regresar, y a los lugares donde no has sido infeliz, y a donde se vivió indiferente?. Bueno, creo que no fue para tanto, pero no me ilusionaba mucho estar de vuelta en esta casa... no conocí a mis padres, no los recuerdo muy nitidamente, murieron cuando estaba muy pequeño y una tía hermana mayor de mi madre se hizo cargo de mi, nunca se casó, yo no se si por falta de pretendientes o de ganas, nunca quise preguntarle aunque siempre lo desee, pero de igual manera siempre creí que si estuvo enamorada de alguien, siempre cuando no tenía mucho que hacer, cuando el día estaba lluvioso veía con mucha atención una fotografía que siempre guardaba en una cajita que cerraba con llave, seguido llevaba flores al panteón, no recuerdo el nombre de la persona pero era un hombre, nunca logre que me dijera algo de ese caballero, a pesar de que más de una vez la acompañé.

No quiero decir que mi vida junto a mi tía fue mala, o que mi niñez fue tormentosa, fue extraña por no tener padre y madre como todos los niños, pero cariño, amor, cuidados, nada de eso me faltó, de hecho mi tía era muy consentidora, y preparaba unas deliciosas galletas de chocolate, pero no dejaba de ser la tía "preocupona" del niño rebelde que siempre llegaba con algún raspón.

Siempre quería ver mas allá, explorar, dedicarme a vagar, crear, soñar, y fue cuando cumplí 19 años que mi tía murió, fue un golpe duro, me quedé solo, tenía un año sin estudiar, después de la prepa me dediqué a cuidar a mi tía y a ocuparme de sus negocios... y a mantener una ilusión que me mantenía enamorado, finalmente murió mi tía, y mi ilusión se vió truncada, nos separaron y yo mejor me aleje, estudie artes plasticas, vivií como quise y ahora volví.

Mi ilusión sigue viva, ya han pasado 7 años y aún sigo buscandola, llevo una semana en esta casa y sigo buscandola... a ciencia cierta no se porque volví, debía revisar la casa, pero no quería...

...Y si me volviera a topar con sus dulces ojos, el volver a esta casa habría valido la pena, y si quisiera estar conmigo no me importaría seguir en este lugar, recordar lo malo y aprovechar lo bueno... se que aún me piensa.

... Finalmente valió la pena volver por esos ojos de miel que he vuelto a contemplar...

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