sábado, 1 de noviembre de 2008

Sonrió...


Damián llevaba ya varios meses en cama, un accidente y complicaciones lo tenían ahí... tenía unos ojos preciosos, una mirada profunda y una sonrisa deslumbrante que casi no mostraba... a veces sus gestos se notaban dolientes, y más que el dolor fisíco su alma tampoco estaba sana. Dibujaba muy bien, talento nato, podría casi dibujar las cosas tal cual... y esa era su forma de escapar... solía decir que cada que dibujaba podía respirar el olor de la libertad.
La abuela de MaryJo también estaba en el hospital, nada muy grave pero ahí estaba en el mismo hospital que Damián, ella era la primera vez que iba a un hospital, y la curiosidad era su mayor defecto y su mayor cualidad, volteaba a todos lados y ponía especial cuidado en detalles que quizá nadie notaría. Iba caminando por un pasillo con puertas a los lados y vio una en especial que llamó su atención, estaba entre abierta y se asomó, podría haber esperado ver todo menos lo que vio incluso estaba preparada para encontrar lo que fuera pero no lo que esa tarde encontró y que desde hace tiempo buscaba.
Damián sonrió...

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