viernes, 18 de noviembre de 2011

Un par de reflexiones desveladas y una conclusión







Se han fijado que a veces hay momentos en que estamos tan vulnerables que algunas palabras que no son mal intencionadas suelen herirnos, palabras que igual no tienen importancia o que en otro momento nos hubieran dado igual. En fin, son momentos, pero me llamó la atención.


Me puse cursilienta, no sé, así soy yo, una romántica empedernida que necesita aguita extra de vez en cuando en sus petalitos, no sé, en realidad no me va mal en mi relación, mi novio es maravilloso y soy feliz, pero de vez en cuando me hacen falta esos detallitos que le ponen saborcito o pimientita a los momentos, de esos que no van planeados, de esos que no puedo pedir porque si no ya no saben a nada, de esos que tienen que surgir solitos y Dios sabe bien que no pido nada caro, ni nada que no de, ni tiempos sacrificadamente exagerados ni nada, solo algo así como un respirito espontaneo, no sé cómo explicarlo, bueno, de repente a todos se nos escapa, hay tantas cosas en la cabeza que es realmente normal y comprensible, pero de algún modo se debe desahogar uno, no, así, sin afán de hablar de más o decir cosas que nomás no va, sin reproches ni nada, simple desahogo. Seguro ese momento llegará, porque son espontaneos y también suele sorprenderme, es solo que quizá como ahorita me puse romanticona cursilienta me gustarí alguno ahorita o así. Bueno, ya me está dando sueño, mejor voy a dormir.


Hoy desperte sintiendome extraña, pero intenté cargar la balanza al lado positivo y me sentí muy contenta, intentaré dormir con esa misma actitud y despertar aún mejor.


Un extra: y a mi cuando, a nosotros cuando??... aunque parezca que la gota de agua no consigue hacerle nada a la roca, creo que llegará el momento en que la roca cederá ante esa gota.

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