miércoles, 15 de octubre de 2008

Alas...


Layla siempre había sabido muy en su interior que no era alguien normal, y no en el mal sentido de anormalidad, simplemente sabía que tenía un encanto especial, era como si solo con una sonrisa encantara a las personas, desde pequeña era como si pudiera derretir al corazón más duro.
Esa mañana de miercoles era como cualquier otra, no era un miercoles fuera de lo normal, no era diferente a los miercoles anteriores o a los dos dias de la semana que le antecedieron, como siempre se puso un poco de brillo labial antes de bajar del autobus y después se puso en marcha directo a su escuela, tenía que cruzar una calle y fue justo ahí cuando se percato de que algo pasaba, al ir atravesando la calle noto que las personas de los coches la miraban atónitas, uno de los conductores se persignó al verla y aceleró siguiendo su camino a toda velocidad, un transeunte la miró horrorizado y evitó pasar a su lado... ella no sabía lo que pasaba, hasta que volteó al piso y comprendió lo que pasaba gracias a su sombra, sin duda le pasaba algo sorprendente... un par de alas brotaban de su espalda... alas negras, pudo comprobarlo gracias a las vitrinas de un banco.
De repente, tras comprender todo, sonrió, de una manera tal qu epodría haber causado ternura o miedo intenso y sin más emprendió el vuelo... hasta que se perdió en el cielo azul.
Una pluma negra fue lo único que al volar dejó, aún así, las siguientes horas pasaron como si nada, el agetreo, la falta de tiempo y el tráfico... todo igual, como si nad ahubiera pasado... la gente no tiene memoria... bien dicen por ahí.

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