Ella dice que yo soy feliz, que decidí por los dos... siempre había estado lleno de mil colores, resplandecientes, encandilantes, perfección abrumadora, soledad disfrazada. Nunca caminaba, para que ir presumiendo la desgracia, yo solo miraba las estrellas desde la ventana de mi cuarto, noches eternas en vela, mirando, pensando, soñando, rogando... hasta que decidí caminar, todos dormían y yo salí, a oscuras, iluminado por mis estrellas y ahí estaba... me gustaba creer que el amor a primera vista existía, pero jamás pensé que para mi, en general siempre creí que el amor no era para mi, pero algo me hipnotizó, ahí estaba mirando mis eternas estrellas y yo caminando como ella siempre lo hacía, nunca pensé que mi destino podría quedar envuelto en el humo de un cigarro semi apagado, un hilo se desprencía de la colilla y quedaba justo en medio de los dos, jamás abrimos la boca, no dijimos cosa alguna y sin embargo nos contamos toda la vida, aunque finalmente el arcoriris se desvanece, y así nos desvanecimos, los días intensos se terminaron, la luz, los colores, todo me volvió a encandilar, y ella volvió a fumar, signo inminente de que su adicción por mi había terminado, y la mia por su sonrisa se había solidificado, ahora me estoy desintoxicando, ella dice que decidí por ambos, que dejé que decidieran por ambos, que jamás luché, que jamás la amé, ella dice que soy feliz... y ella nunca me verá llorar.
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