Arcángeles

Hoy es el día dedicado a los arcángeles, yo siempre he crído en ellos y se me hacen hermosos, tengo fé en ellos... Miguel, Gabriel y Rafael. Al primero siempre le suplico fuerza, pues es el guerrero. Al segundo le pido el don de hacerme entender y entender a los demás, puesto que es el mensajero y a último siempre le agradezco y pido salud, ya que es el médico... en especial a éste último tengo una suplica más... cuida a mi amorcito, él es un hombre bueno e integro, es cariñoso, educado, entregado, es compasivo... y hoy no está del todo bien de salud por un dolor que lo está molestanto, sanalo por favor, ayudalo a estar mejor, dale fuerza, no es justo que nada le duela... él es mi amigo, es mi amor, es mi pareja, él me hace fuerte, me hace valiente, me da viento para mis alas... él es un guerreo, nunca ha dejado de luchar, es un ejemplo para mi especialmente, lo amo mucho además de todo y tiene mil virtudes y cualidades... Merece estar sano y tranquilo... bien. Solo eso te pido, tú que eres el más cercano a los hombres, tú que estás más cerca del Padre, dale salud... solo eso pide siempre, no se la niegues. Hoy pido por él y agradezco por mi.


ORACIÓN A SAN RAFAEL
Gloriosísimo Príncipe San Rafael, antorcha dulcísima de los palacios eternos, caudillo de los ejércitos del todopoderoso, emisario de la divinidad, órgano de sus providencias, ejecutor de sus ordenes, secretario de los arcanos, recurso universal de todos los hijos de Adán; amigo de tus devotos, compañero de los caminantes, maestro de la virtud protector de la castidad; socorro de los afligidos, médico de los enfermos, auxilio de los perseguidos, azote de los demonios, tesoro riquísimo de los caudales de Dios. Tu eres ángel santo, uno de aquellos siente nobilísimos espíritus que rodean al trono del altísimo.
Confiados en el grande amor que has manifestado a los hombres te suplicamos humildes nos defiendas de las asechanzas y tentaciones del demonio en todos los pasos y estaciones de nuestra vida, que alejes de nosotros los peligros del alma y cuerpo, poniendo freno a nuestras pasiones, delincuentes y a todos los enemigos que nos tiranizan. Que derribes e n todas partes y principalmente en el mundo católico el cruel monstruo de las herejías y la incredulidad que intenta devorarnos.
Te pedimos también con todo el fervor de nuestro espíritu, hagas se dilate y extienda más el santo evangelio, con la práctica de la moral. Que asistas al romano pontífice y a los demás pastores y concedas unidad en la verdad a las autoridades y magistrados cristianos. Por último te suplicamos nos alcances del trono de Dios a Quién tan inmediato asiste, el inestimable don de la gracia, para que por medio de ella seamos un día vuestros perpetuos compañeros en la gloria. Amén.