Tengo ganas de escribir hasta que el gallo cante y me de cuenta de que casi saldrá el sol, si eso pasara aprovecharía lo fresco y despejado de todas las mañanas y dormiría por las tardes, que es cuando hace calor y todo se pone turbio. Qusiiera traer un procesador de palabras siempre pegado a mi para poder vaciar justo en el momento en que nacen las ideas todo lo que hay que decir, pero a veces tengo que esperar, a veces los deberes son primero, a veces hay que hacer prioridades, a veces se duermen un poco las ideas y hay que esperar a que reaparezcan en un buen momento, ya llegará el tiempo en que esté consagrada a ellas solamente. No es malo, también los deberes me gustan, es la ventaja, es la bendición que aullenta la frustración.
Aunque en ocasiones yo haga competencia a los deberes, aunque suelan sobrepasarnos, aunque a veces los tomemos más en serio de lo que realmente son. El universo siempre conspira cuando fluímos con él. Aunque a veces nos desesperemos, aunque a veces nos excedamos, siempre conspirará!
No hay comentarios:
Publicar un comentario