martes, 30 de septiembre de 2008

Como casi siempre...


Natalia estaba sola en su cuarto, frente a su computadora, e intentaba hacer su tarea... sabía que debía hacerla, incluso hasta esta tarde estaba ilusionada con ese trabajo, quería hacerlo lo mejor posible, llevaba tanto ideando la forma de hacerlo y ahora, justo antes de entregarlo se quedaba petrificada... ¿hormonas o acumulación de sentimientos encontrados?, no sabía pero de lo que sí estaba segura es de que estaba enojada por sentirse triste y no poder hacer bien su trabajo.
Le desagradaba sentirse así, en ese estado de cansancio de su entorno, de las personas, de su persona no sabía que hacer solo tenía ganas de correr... sí, de correr o de estar sola frente a un paisaje con un horizonte lejano, con el aire jugando con su cabello, acariciando su rostro, desacomodando su suéter o recostada viendo la inmensidad azul... teniendo 5 minutos de tranquilidad, siento un poquito libre, pero a decir verdad aunque se moría de ganas de hacerlo sabía que después de esos 5 minutos todo volvería a ser igual.
Natalia volteó a ver la cama, recorrío su recamara con la vista y respiró profundo, abrió una hoja de word y prosiguió a hacer su tarea, sabía que no sería nada brillante, ni resultaría como lo planeo, pero al menos cumpliría... como casi siempre....

lunes, 8 de septiembre de 2008

Viernes anormal...


Pasaba de las 21 hrs. cuando llegue a mi apartamento... jornada larga de trabajo, mis pies me mataban, como pude y perdiendo toda compostura avente mis tacones, camine a mi alcoba, me amarré el cabello en una coleta, me desmaquille rápidamente, me puse mi pijama y me dirigí a la cocina... había una lata de té verde, vacie un poco en un vaso y examine mi refrigerador, no había mucho que comer, hoy tendría que haber ido de compras, pero al salir tan tarde de trabajar no me dió tiempo y no había nada que no haya comido los últimos 3 días... decidí pedir pizza... sí, eso necesitaba... pizza, una pelicula, relajarme dormir y descansar todo el fin de semana... ordené mi cena - aunque parece una locura acepté la promoción del 2x1 ¡dos pizzas medianas para mi sola! - localicé una pelicula interesante en televisión y me senté a esperar mi pedido y a descansar, pero de pronto mi mente vagó, mire a mi alrededor... hacía ya casi 2 años que no veía una foto en ese marco donde puse la foto con mi último novio... el marco estaba vació... pero... ¿mi corazón estaba bien?... pero qué cosas digo... está tranquilo y eso es estar bien ¿no?. Vuelvo a la pelicula y me distraigo hasta que el timbre de mi departamento me saca de la trama de la pelicula mientras doy un saltito por el susto... fue muy brusca esa forma de volver a la realidad... brusca y graciosa... sin preguntar quién es doy por hecho que es el repartidor con mi pedido... y solo digo por el altavoz - adelante, pasa- mientras aprieto el botón que abre la puerta, busco mi cartera y se oye que tocan la puerta, buscando aún mi dinero abro la puerta y al levantar la cabeza... me doy cuenta de que no es el repartidor - esa costumbre mía de no preguntar antes, debo ser más cuidadosa - , después de poner una cara graciosa y de notar cierta sonrisa en la persona que está frente a mi suelto una carcajada...

- disculpa pensé que eras el repartidor, espero una pizza...

en eso se escucho el timbre de nuevo y quién estaba frente a mi sonrió y dijo con una voz tan linda
- creo que debe ser él ahora si, lamento no haber sido yo el repartidor - y agachó la mirada mientras sonreía...
- ¿puedo ayudarte en algo?
- ya lo has hecho, solo quería agradecerte, acabo de mudarme hoy al departamento 7 este que está aquí enfrente, pero olvidé la llave de abajo ya había intentado en 3 departamentos nadie me abrió y bueno... tú siquiera me dejaste explicar quién era, pero en fin el caso es que me abriste... bendita pizza por eso me encanta, de lo contrario me hubiera quedado afuera... y mira aquí viene así que te dejo... gracias y nos andamos viendo... vecina...

A penas pude sonreir y decirle adiós con la mano, recibí mi pedido, pagué y mientras yo hacía eso ese chico tan lindo entro a su departamento... cerré la puerta. A penas podía creer que esta noche de viernes tan simple me encontraría con esa mirada, sonrisa y voz tan... únicas... dejé todo lo que traía en las manos sobre la mesa, abrí mi puerta, y al mismo tiempo se abrió la de enfrente, al vernos sonreímos...
- hola... iba a preguntarte sí tenías un poco de café, no encuentro el mío, me estoy volviendo loco
- sí, pero dime, ¿tienes planes para hoy? - una anormalidad más en mí, una más qué más da -
- en realidad no, tengo mucho que arreglar pero solo quiero ver una pelicula, descansar y tomar café quizás...
- ¿compartimos planes y pizza?
- una pizza y buena compañía es buen motivo para posponer un café...
- son odiosas las mudanzas, nunca encuentras pronto lo que quieres, comidas frías...
- ni lo digas... pero en fin, este lugar me agrada, espero que valga la pena y espero no tardar mucho en arreglar todo eso, no creí tener tantas cosas...
Tal vez mi marco ya no este solo por mucho tiempo, es pronto para suposiciones pero... cuando hay dos corazones solos unidos por casualidades la imaginación vuela, eso no es normal en mí pero... esas cosas se sienten... las miradas hablan...

jueves, 4 de septiembre de 2008

Menguante...


Me gusta el frío porque la cálidez humana y las cosas pequeñas son más fáciles de disfrutar cuando se tienen las manos heladas.

También el menguar de la luna me gusta, porque aunque desaparece, se que alguna de esas tantas noches volveré a ver su luz, de nuevo será luna llena, habrá renacido y será una metáfora celestial y esperanzadora de que la luz siempre vuelve.

Me gusta ver la vida a través de mis rizos, porque con el vaivén que el viento les ocasiona me siento más libre.

Y me gusta imaginar que en algún lugar de esta inmensa bola azul me imaginas y ves la luna, y el viento juega con tu cabello y al mismo tiempo cuando vuelve a mi enfría un poco el chocolate disuelto en leche que tomo para calentar mi interior.